viernes, 2 de junio de 2023

El Misterio del Hombre Gris. Capítulo 3 : Los hilos del misterio se tensan

Capítulo 3: Los hilos del misterio se tensan

Llegué a la pequeña comisaría, cuya apariencia evocaba la habitación del antiguo sheriff del Salvaje Oeste, tal como recordaba. Sin embargo, el jefe que conocí en aquellos tiempos ya no estaba. En su lugar, me encontré con un joven de apariencia no mayor de treinta años. Era de complexión atlética, con una mandíbula cuadrada y un rostro serio que le conferían un aire malhumorado. Sus botas relucientes y su impecable aspecto irradiaban una pulcritud exagerada, llegando incluso a sugerir un cierto nivel de obsesión por los detalles. Tras su firme apretón de mano, me invito a sentarme.

"Buena tarde, señor Abrahán. Lamento tener que conocerlo en estas circunstancias desafortunadas. Mi nombre es Enrique y quiero que sepa que desde el primer momento hemos estado haciendo todo lo posible para localizar a su hija.

No quiero parecerle abrupto, pero me consta cuál es su profesión fuera de las fronteras españolas. Es fundamental que permita que las autoridades competentes actúen en todo momento para facilitar nuestro trabajo. Como padre, es necesario que colabore"

Su semblante impasible, su postura rígida y su mirada penetrante seguían transmitiendo un mensaje claro: estas no son sus competencias, así que déjeme trabajar.

 "Señor Enrique, me presento ante usted en calidad de padre. ¿Qué se sabe hasta ahora sobre las circunstancias de la desaparición de mi hija?" Debía mantenerme firme y, sobre todo, ocultar cualquier rastro de molestia ante en sus maneras.

“Las pesquisas actuales nos indican que se encontraba en el bosque cuando desapareció. No tenemos constancia que hubiese quedado con nadie. Su hija hacía continuas salidas al bosque para recopilar información para un libro de seres mitológicos de los bosques. Hemos obtenido el borrador de su libro y si lo desea le haremos llegar una copia. Peinamos el bosque y realizamos especial hincapié en aquellas zonas que su hija Casandra consideró especiales. Pero aún no tenemos nada concluyente”

Sus gestos no verbales marcaban claramente una postura defensiva.

“¿Tienen constancias o sospechas de alguna posible involucración militar? ¿Cuál es el último lugar donde mi hija recababa información?”

Su gesto se torció a modo disgusto.

“Señor Abrahán, no sé de donde pudo sacar la idea de que el cuerpo militar puede estar involucrado en la desaparición de su hija, pero dejemos algo claro. Nada puede estar más lejos de la realidad. El cuerpo nacional de la guardia civil y por su puesto los estados militares colaboran estrechamente para ayudar a esclarecer el paradero de su hija.  Su hija tenía intención según el borrador de su libro, de obtener información de una deidad antigua que se encontraba en un antiguo asentamiento, en la montaña del indio. Ese lugar está custodiado por los militares y no se ha informado de que su hija pidiera acceso u entrase de manera ilegal en zona militar”

"¿En qué punto se encuentran las investigaciones? ¿Tienen algún sospechoso?" pregunté con impaciencia.

"Hasta ahora, señor Abrahán, no hemos descubierto nada relevante. Comprendo todas sus preocupaciones, pero es necesario que nos permita trabajar", respondió el jefe de policía con calma.

"¿Qué saben sobre Luis Águeda Ramírez y su relación con mi hija? Y ¿quién es el militar Bryant? No pretendo ser entrometido con mis preguntas, pero ambos hombres me abordaron y me gustaría que me proporcionara más información sobre ellos", continué indagando.

"No se preocupe, no está siendo entrometido y puedo entender que, si estuviera en su misma situación, tendría las mismas preguntas", respondió el jefe de policía. "Investigaré a Luis Águeda, ya que no tenemos constancia de ninguna relación con su hija. En cuanto al teniente Bryant, no puedo proporcionarle demasiada información. Su trabajo y el de su sección son clasificados. Solo puedo decirle lo que usted mismo podría averiguar. Pertenece a las fuerzas aéreas. Si lo considera adecuado, hablaré personalmente con él para averiguar por qué se acercó a usted y me centraré en el tema de Luis. Le proporcionaré información al respecto entre hoy y mañana".

El jefe de policía mostraba ahora una clara incertidumbre ante mis preguntas.

"¿Desea preguntar algo más, señor Abrahán?" preguntó, visiblemente ansioso por terminar la conversación.

"Sí, solo una pregunta más", dije con determinación. "¿Se ha presentado alguna denuncia en el último año relacionada con fenómenos extraños, como luces extrañas en el cielo o la aparición de algún ente gris?" Su expresión denotaba sorpresa.

"Bueno, este lugar siempre ha sido propicio para despertar la imaginación de los aldeanos y ha habido varias denuncias a lo largo del año sobre esos fenómenos", admitió el jefe de policía. "Sin embargo, siendo sincero como usted, a pesar de conceder cierta credibilidad a la posibilidad de que algunas personas hayan presenciado fenómenos que les pareciera extraños, todas nuestras investigaciones han sido infructuosas. En su mayoría, se trataba de bólidos celestes astronómicos que surcaron el cielo durante unos segundos, satélites artificiales o sombras naturales en el entorno. Ningún testigo tenía suficientes conocimientos o estaba lo suficientemente sobrio como para ofrecer un relato coherente. En resumen, no hemos encontrado ninguna prueba que corrobore esos testimonios".

El jefe de policía se quedó en silencio, y en su mirada pude percibir una mezcla de frustración y escepticismo.

"¿Hay algo más en lo que pueda serle útil, señor Abrahán?" preguntó el jefe de policía.

"Me gustaría solicitarle que me proporcione todos los informes relacionados con sucesos que los testigos hayan considerado de naturaleza extraña", respondí.

El jefe de policía esbozó una media sonrisa y asintió. "Aunque no comprendo del todo cómo le pueden ser de utilidad, se los haré llegar. Si no le importa, continuaré con mi trabajo". Extendió su mano nuevamente para despedirse de manera cortés.

Asentí y le estreché la mano, agradeciendo su colaboración. Sabía que aquellos informes podrían contener las claves para desentrañar el misterio que rodeaba la desaparición de mi hija. Con una mirada determinada, me alejé de la comisaría, decidido a adentrarme en un camino lleno de incógnitas y peligros en busca de la verdad.

viernes, 26 de mayo de 2023

El Misterio del Hombre Gris. Capítulo 2: Los secretos del Aión eterno.



 Capítulo 2: Los secretos del Aión eterno

 

No pude conciliar el sueño adecuadamente, pero decidí no quedarme a desayunar en casa. Mi esposa, Elena, entre sollozos, me proporcionó los últimos detalles que recordaba del día en que nuestra hija desapareció.

Aunque las palabras de Elena reflejaban claramente el drama en sus lágrimas, su relato tenía cierta coherencia. 

Elena 



Según ella, nuestra hija Casandra se sumergió en la creación de un modesto libro sobre seres mitológicos y de fantasía. No solo se documentó en libros y consultó a otros autores, sino que también aprovechó las leyendas que rodeaban nuestro maravilloso bosque y entorno rural.

De inmediato, me lancé a realizar una exhaustiva investigación en su habitación, recopilando todos los contactos cercanos y las referencias a lugares del entorno que ella había estado analizando.

Una vez obtuve la lista de personas y ubicaciones más relevantes, cerré mi pequeña libreta ochentera, lista para adentrarme en un mundo lleno de misterios y descubrimientos.

Antes de ir a las autoridades quise desayunar en el único bar que había en el pueblo. A pesar de los años que pase fuera aun hubo quien me reconoció y a los que salude con la estima que merecían.

Mientras el camarero me atendía amablemente y colocaba mi café junto a la tostada, no pasó mucho tiempo antes de darme cuenta de que un hombre con zapatos relucientes y un camuflaje de campesino casi perfecto me observaba impacientemente, deseoso de entablar una conversación. Nada lo habría delatado, de no ser por la pulcritud de sus zapatos y su anudado milimétricamente perfecto. Además, su corpulencia y la falta de callos en sus manos inclinaban la balanza hacia una profesión más relacionada con el campo, pero con tintes militares.

"Disculpe mi indiscreción, ¿usted no es de por aquí? ¿Estoy en lo cierto?" Era más que evidente que buscaba sondearme y obtener toda la información posible (Hice una nota mental y lo denominé como el Hombre M). Y como dijo Maquiavelo: Cada uno ve lo que parece, pero pocos palpan lo que eres". Debía ser cauteloso con este desconocido.

"Es curioso que me haga esa pregunta, ya que nací en este lugar. Y usted, ¿es de por aquí?" Le sonreí modestamente.

"Aunque el lugar es tentador y sin duda acogedor este maravilloso pueblo, no soy de aquí. Vine por cuestiones de trabajo. Claro está que usted ya se percató. Pues, aunque su mirada fue breve fue preciso como un bisturí para observar mi calzado. Es la costumbre y casi no me di cuenta hasta que llegué al bar y usted se fijó en ellos- Me sonrió y me ofreció un apretón de manos firme. – Disculpe mis modales me llamo Bryant".

"Mi nombre es Abrahán" Estaba clarísimo que aquel sujeto no era un cualquiera. Al igual que yo era analítico y probablemente ya me conocía. Tenía que ser extremadamente prudente.

"Un placer conocerlo. Si es de aquí, no podré sugerirle ningún paraje interesante. Sin embargo, puedo advertirle que no se aventure más allá de la montaña del indio. Esa zona ha estado cercada y bajo control militar durante bastante tiempo. Pero, bueno, hoy estoy demasiado parlanchín. Le deseo lo mejor. Ah, bonito libro de notas forrado en piel. Un saludo y recuerde no meterse en líos".

Su semblante, aunque siempre sonriente, emanaba disciplina, dejando claro que pertenecía a aquellos militares a los que hizo referencia. Su corte de pelo, sus movimientos y la manera en que examinaba su entorno no dejaban lugar a dudas de que su profesión estaba ligada al espionaje o la defensa de información altamente clasificada. Toda esa parafernalia que había creado no era más que una exhibición de fuerza e intimidación.

Agente M (Bryant) 

Después de salir aquel personaje del bar, me acerqué al camarero y le pregunté si tenía alguna información sobre aquel enigmático individuo. Su respuesta fue breve pero reveladora: "No, pero no es la primera vez que entran aquí algunos militares de apariencia rígida". Tomé una breve nota mentalmente y decidí hacer un rápido boceto del sujeto para investigar más a fondo.

Sin perder tiempo, me puse en contacto con las autoridades locales para solicitar una reunión urgente con el jefe de policía. Necesitaba ponerme al día con el caso de mi hija. Antes incluso de colgar la llamada

Un desconocido se sentó junto a mí. Parecía nervioso, con cabello rubio desordenado y una tez pálida como la leche. Sus ojos azules eran expresivos y parecía nórdico.

"Buenos días, me llamo Luis", se presentó con una preocupación evidente en su rostro. "Disculpe si lo interrumpo de esta manera". Su dominio del castellano era impecable.

"No se preocupe en absoluto", respondí con cortesía. "¿En qué puedo ayudarlo, Luis?" Debía mantenerme amable, ya que cualquier información relevante podría resultar crucial.

Luis tomó aliento y continuó: "Conozco al hombre con el que parecía tener una discusión con usted. Creo que era un militar de alto rango. Nunca antes lo había visto bajar al pueblo. Deben estar muy nerviosos". Aunque parecía Luis un tanto desequilibrado, sabía que tenía que seguir investigando.

"Intrigante", repliqué. "¿De qué manera lo conoce?"

"Bueno a el no lo conozco, pero los militares establecieron su base y un extenso perímetro de seguridad casi de inmediato después de que aparecieran las luces en el cielo. Y ya sabes, todos esos fenómenos extraños. No sé si están relacionados con todo eso, pero su interés es más que evidente. Sin embargo, ¿por qué abandonaría su zona de confort para hablar con usted? ¿Quién es exactamente usted?", preguntó con curiosidad. A pesar de su aparente excentricidad y vestimenta inusual, curiosamente había encontrado un tal Luis Águeda en la lista de personas de interés relacionadas con el caso de mi hija.

"Soy el padre de Casandra, la chica desaparecida", respondí. "¿Usted es Luis Águeda?"

"Sí, soy yo", asintió con tristeza. "Lamento profundamente la desaparición de su hija, señor Abrahán. Ella y yo hemos tenido varias conversaciones, y usted era su gran referencia. Le pido disculpas por la forma en que me dirigí a usted".

Luis


Decidí que aquel bar no era el lugar más apropiado para continuar con nuestra conversación. Antes de cuestionar la cordura de Luis, era necesario crear un ambiente más cómodo donde él no se sintiera juzgado por sus argumentos y relatos.

"No tiene que disculparse. Si le parece bien, podríamos dar un paseo por los alrededores mientras seguimos hablando de Casandra", le sugerí de manera sutil, haciendo un gesto para que me acompañara.

Por supuesto, señor. Espero poder ayudar en todo lo posible", respondió Luis. Salimos juntos y comenzamos a caminar por los estrechos senderos. De fondo, el canto de hermosos pájaros llenaba el aire. La sombra y la luz jugaban a nuestro alrededor, creando una atmósfera de relajación absoluta que permitió que la empatía de Luis liberara cada uno de sus pensamientos.

"Luis, no es necesario que me llame señor. Puedes tutearme o llamarme por mi nombre. ¿Crees que los militares tuvieron algo que ver en la desaparición de mi hija?", le dije mientras lo miraba directamente a los ojos, consciente de que cada pequeño gesto podía ser crucial. No podía pasar por alto ningún detalle.”

"Señor Abrahán, es probable que su hija haya descubierto algo. Estoy convencido de que los militares tenían un interés desmedido en las investigaciones de Casandra", afirmó Luis con convicción, aunque sus palabras no pudieran confirmar nada con certeza.”

"Dime, ¿qué estaba estudiando mi hija que pudiera despertar tanto interés por parte de los militares?" Continuaba midiendo cada palabra que le decía. Aún no era el momento de cuestionar su razonamiento.

"Aunque no me lo diga, sé que puede pensar que estoy loco. Luces en el cielo, sucesos extraños y una conspiración militar. Esto puede sorprenderle, pero no somos tan diferentes. Ambos compartimos el amor por la ciencia. Soy científico especializado en física. Mis apellidos son Águeda Ramírez, y puede comprobarlo.

He publicado varios artículos sobre las cuerdas de súper gravedad descritas en la teoría M y las partículas supersimétricas. Vine aquí porque un colega científico, especialista en astrobiología, me habló sobre unas muestras de tierra donde la longevidad de los microorganismos unicelulares se extendía cien veces más de lo normal. Según su informe, esto implicaba una deformación del espacio-tiempo. Por supuesto, toda nuestra conversación y los datos compartidos fueron en secreto. Él trabaja para una organización internacional de alta seguridad.

Sé que a usted se le propuso ser catedrático de física y lo rechazó para seguir la profesión de detective, así que estoy seguro de que los términos que acabo de mencionarle le resultan familiares", concluyó Luis, explicándose brevemente sobre su trabajo y las conexiones entre nuestras áreas de interés.

Para mi sorpresa, en todo lo relatado había argumentos sustentados por pilares científicos, aunque estos meramente eran teóricos y aun no se habían demostrado. Al menos para el resto de mortales. Yo esperaba una conversación donde la lógica no tuviese cabida y honestamente que sentenciara una locura innegable. Pero tuve que seguir echándole un pulso a su mente y a la mía propia.

"Pero entonces, ¿qué es lo que cree que descubrió mi hija?" Le insistí.

"Creo que descubrió la razón donde nuestra física no llega a tener respuesta. Como bien sabe, andaba tras los pasos de seres mitológicos. ¿Sabe usted a qué dios veneraban las antiguas tribus de nuestra montaña del indio?

Yo se lo diré. Ellos creían y le rezaban un único Dios. El gran Aión", dijo Luis, y sus ojos se abrieron como gigantescos ventanales, emanando pura fascinación.

"¿Quién era ese ser? Y ¿qué tiene que ver con todo esto?" Saqué mi libreta, pidiéndole convenientemente permiso para tomar nota de aquello.

"En la filosofía y la mitología gnóstica, los Aeones son seres eternos que existen fuera del tiempo y el espacio. Se considera que poseen el conocimiento y el control del tiempo, y son representados como seres divinos. Ellos le rezaban a ese ser superior, eterno y no solo tenía cabida en las tres dimensiones y temporal que nuestra física conoce. Es posible que tu hija encontrase al Dios Aión ”

En un universo tejido con los hilos de la filosofía y la mitología, los pilares de su argumentación se alzaban imponentes. Sin embargo, su hipótesis escapaba a la tangibilidad y la medición, forzándolo a apartarla por el momento. Con respeto, le comuniqué que tenía una cita muy importante y dejé mi número de teléfono por si surgía alguna otra información que pudiera acercarnos al enigma del paradero de Casandra. Tras despedirme de Luis, me encaminé hacia el encuentro con el jefe de policía, donde se desvelarían nuevas intrigas.


miércoles, 24 de mayo de 2023

El Misterio del Hombre Gris

Capítulo 1: Un viaje a lo desconocido

Es curioso que sea un hombre como yo, quien se embarque en esta aventura. Me llamo Abrahán, y hay mucho que podría compartir contigo, estimado lector, pero es apropiado comenzar desde el principio.

En el instituto fui maestro de ajedrez, y mis aficiones siempre estuvieron ligadas a cualidades como la lógica, la memoria, la percepción espacial y las matemáticas. Además, siempre disfruté de los puzles y tenía una gran afinidad por la física. Supongo que, debido a todo esto, era inevitable que mi profesión se adentrara en las investigaciones más inusuales y misteriosas.

Sí, estoy seguro de que has llegado a la misma conclusión: soy detective. Pero no, ni de lejos me parezco a la sombra de Sherlock Holmes.

Dejé de contar los años a medida que fui peinando mis canas. Han pasado suficiente tiempo como para saber que cada arruga en mi piel o cicatriz es simplemente el mapa de un ser más práctico, alguien que nunca dio tregua en una buena batalla. No me gusta hablar de mí, y mi reflejo escurridizo, disfrazado de buen hombre, sabe que guardo un borrador y una tiza para redibujar las líneas al filo de un cuchillo al que llaman justicia. Más de cincuenta años respaldan el hecho de que, si hablamos de probabilidades, mi camino se encuentra a menos de la mitad recorrido.

Abrahán



Creo que es el momento de embarcarnos en este viaje, pues el misterio se hizo palpable cuando mi querida hija, Casandra, desapareció a sus veintidós años. Todo sucedió mientras yo residía temporalmente en Londres. Ella se encontraba en mi pintoresco pueblo natal. Un rincón encantador de España. Rodeado de un frondoso bosque, atravesado por el suave murmullo de un riachuelo. El lugar parecía haber sido extraído de las páginas de un cuento de hadas, impregnado de leyendas transmitidas por los ancianos aldeanos.

El entorno

Mi preciosa princesa compartía su vida con su madre, Elena, cuya influencia marcó indeleblemente su carácter. Aunque heredó muchos de mis defectos y cualidades, fue la pasión por lo inexplicable lo que le quedó grabado en su corazón, al igual que la deslumbrante belleza que irradiaba.

Tras enterarme de su desaparición, a pesar de mi inquebrantable temple, mi corazón se petrificó al escuchar la desgarradora noticia. Mis latidos se suspendieron en un instante que pareció eterno. De inmediato, con la determinación que me caracteriza, puse en marcha todos los preparativos necesarios para partir sin demora.

Con la mente enfocada y los sentidos alerta, me sumergí en una vorágine de emociones encontradas. La incertidumbre y la preocupación se entrelazaron en cada paso que daba, mientras la determinación ardía en mi interior como una llama inextinguible. Sabía que no podía permitirme flaquear, que debía enfrentar el desafío que se me presentaba con valentía y astucia.

Revisé meticulosamente cada detalle logístico, asegurándome de contar con los recursos necesarios para enfrentar cualquier obstáculo que se interpusiera en mi camino. Los minutos parecían horas, mientras mi mente trazaba estrategias y mi corazón latía con una mezcla de esperanza y aprensión.

En un abrir y cerrar de ojos, estaba listo para partir. Me despedí de aquellos que me rodeaban con una mirada firme y palabras que transmitían mi determinación. Sin mirar atrás, me adentré en el abismo de lo desconocido, dispuesto a enfrentar los desafíos que aguardaban en el camino y con la convicción de que no descansaría hasta encontrar respuestas para reunirme finalmente con mi queridísima hija.

Mi pequeña tenía los ojos con una inigualable expresividad, hipnotizaban a quien osaba cruzar su mirada. No sabía si era el capricho de su heterocromía central, ese singular contraste de colores que dotaba a cada iris de una profundidad sin igual, o si era la combinación de sus rasgos delicados y sensuales, dignos de una mujer afrodita como su madre. Y su figura, esbelta y elegante, se puede decir que prácticamente era un mero reflejo de mi amada esposa.

Casandra



Una vez desembarqué en el aeropuerto, me comencé un agotador trayecto de casi cuatro interminables horas al volante. Los primeros tramos del viaje transcurrieron de manera común, con una hora de monótona autovía que poco a poco dio paso a los caminos y senderos que me conducirían hacia el pintoresco pueblo.

Fue en ese momento, sumido en una especie de ensoñación, cuando experimenté una aparición extraña. Prácticamente llegando a mi destino, a escasos veinte minutos del pueblo. Me adentré en el abrumador bosque. Una niebla misteriosa, con apenas dos metros y medio de altura, envolvía la calzada como si fuera la nata que se posa sobre un café negro. La luz del ocaso comenzaba a desvanecerse. Encendí las luces de mi vehículo. Sin embargo, ante aquella imagen digna de una película de terror, decidí hacer ráfagas de luz larga. Y lo que presencié a continuación me dejó estupefacto, como si hubiera entrado en un cuento de lo más extraño. Con una claridad sorprendente, pude distinguir una extraña silueta humanoide gris que cruzaba. No antes sin detenerse casi desafiante a mi presencia y mi propia lógica. Aquello sacudió mi mente racional y de inmediato me vino a la cabeza la idea de que solo podía ser producto del agotamiento y el estrés acumulados.

Ente Gris


Casi sin darme cuenta, estacioné el vehículo frente a mi nostálgica morada. Era una casa de antigua construcción, mayormente hecha de piedra, pero siempre había sido un refugio acogedor. Era como un pedacito más del bosque y una gran parte de mi infancia.

Mi hogar



Mi esposa salió al encuentro y en sus ojos, junto a un abrazo esperanzador, se reflejaba una tristeza inconsolable. Al cruzar el umbral de la casa, ella me transmitió toda la información que consideraba relevante para encontrar a nuestra hija. La escuché atentamente, sin perder ningún detalle. Finalmente nos volvimos a abrazar y nos fuimos a descansar.



sábado, 26 de noviembre de 2016

MULTIVERSO : EL DIARIO DE UN CRONONAUTA


NOTA: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Este relato es de ciencia ficción. Los personajes son irreales y sus circunstancias producto de la imaginación del escritor. Los derechos de autor están registrados como propiedad intelectual.



Capitulo 1º Proyecto Luciérnaga

Hola Alex, has vuelto a nacer. - Apenas recuerdo el instante en el que desperté del coma, pero si el eco de aquellas palabras del doctor y el dolor intenso de esa luz difusa, que como si de una niebla se tratase, solo me dejaba ver la silueta de aquella persona.

Perdí la capacidad del habla y también todos mis recuerdos. Desperté con mi voz enjaulada junto al olvido de quien era yo. Tras varios meses de incesantes pruebas neurológicas descubrí que a pesar de no poder pronunciar palabra alguna, si podía entender con absoluta claridad todos los idiomas que a mi alrededor se habla. Con una habilidad casi innata en el manejo de la informática y la comprensión de la ingeniería de todo mi entorno. Me sentía realmente raro. No encajaba, como un ingeniero en una guardería al que intentan enseñarle el abecedario.  En tres ocasiones me visitaron personas que denotaban en su actitud un interés enmascarado. Ambos eran supuestos médicos, sin embargo, en su comunicación no verbal, dos de ellos mostraban una disciplina militar y el tercero, sí que era realmente desconcertante. Su mirada era profunda y cristalina, parecía decir, sé que sabes que no soy médico. Su despedida fue aún más desconcertante... -En el equilibrio entre crecimiento y fructificación están basados los hechos del buen podador, pues los frutos del árbol de la sabiduría son el propio sentido de la vida- Dijo serenamente y marchando con una sonrisa amistosa.

Una vez fuera del hospital, me aloje en casa del único familiar que me quedaba. Paradójicamente, mi tío era mudo, así que como imaginareis no se puede decir que hablásemos mucho. 
De mi pasado solo herede mi nombre y una dirección de correo electrónica. Al abrir la bandeja de entrada de mensajes, curiosamente solo tenía un correo y para colmo me expropiaba de lo único que pensé que poseía. En él se decía lo siguiente: 

Email: “No eres Alex Garret. 18/08/1992 16:00 Ubicación 37.627536,-5.892894 Proyecto Luciérnagas” 

Acudí al lugar atravesando un bosque y ascendiendo a la cima de un monte que se situaba cercano a un pequeño pueblo
-Buenas tardes ¿Es usted quien me escribió el correo electrónico?- le escribí nervioso en mi bloc de notas y se lo mostré con pulso tembloroso.  -Sí, imagino que ya te habrás dado cuenta de que a pesar de que no puedes hablar, entiendes todos los idiomas hablados y escritos a tu alrededor. Posees una capacidad innata en el manejo de la primitiva informática binaria y sus infraestructuras de  redes. ¿Investigaste sobre el proyecto Luciérnaga?

-Investigué, y no sé muy bien cómo llegué hasta los archivos de alto secreto del departamento de Defensa Nacional. En ellos se habla de una sonda Von Neumann, compuesta de apenas 200 átomos y unas dimensiones de 2 manómetros . El proyecto consistía en lanzar este dispositivo hacia la espuma cuántica a través de un poderoso campo electromagnético, provocado en un monstruoso acelerador de partículas
La sonda debería atravesar un micro agujero negro estabilizado por 10746 Teslas en un anillo electrónico denominado como el anillo de Zherlitsyn .
Gracias a las propiedades de un tipo especial de luz, basado en las teorías sobre la quinta dimensión explicada por Kaluza, sostienen que una vez atravesado el micro agujero negro, la sonda emitirá un taquión  creado por un metamaterial cuya estructura cristalina sería de un 2,72% de Pentaquark y un 97,28 de Grafeno. Así pues, con este proyecto pretenden saber que hay al otro lado del micro agujero negro, consiguiendo saltar la singularidad espacio temporal para posteriormente explicar fenómenos cuánticos desconocidos.

-Pero sigo sin saber que tiene que ver todo esto conmigo.

-El proyecto Luciérnaga triunfará, descubrirán que el receptor de luciérnagas recibe la primera señal de la nano-sonda

- ¿De dónde procedía la señal de aquella máquina?

- Del mismo laboratorio donde se generó el puente einstein-rosen, pero con una diferencia. La información que se recogió de la luciérnaga indicaba que su número de serie era ahora L-406. Lo que significaba que la nano máquina se había  auto replicado  405 veces. Configurada para auto replicarse una vez al año copiando la información recogida y traspasándola la una de la otra, destruyendo la anterior máquina, permitiendo así que se perpetuarse durante los años necesarios hasta esta ser encontrada. En el agujero de gusano se viajó hasta 406 años al pasado, demostrando así la posibilidad de los viajes en el tiempo. Esto ocurrió en 1982.
Con los años, se fue mejorando esta tecnología. El ser humano evolucionó hasta puntos insospechados, convirtiéndonos en seres muy diferentes al hombre de a pie que tú conoces. La comunicación verbal desaparece entre hombres, sustituida  por una telepatía bioelectrónica. El individuo en el futuro persistirá en buscar la inmortalidad y se hace mucho más longevo. Finalmente encuentran el medio para trasladar la consciencia humana hacia otros cuerpos compatibles con nuestra existencia. En el 2131 dio comienzo el proyecto el bosque de Cronos. Los seres humanos llegan a poder descomponer en millones de millones de partículas su sistema neuronal que alberga la conciencia. Posteriormente consiguen tele-transportarlo y reconstruirlo en un huésped. Estos primeros viajeros los denominaron crono parásitos. Los anfitriones de los huéspedes debían cumplir una serie de requisitos, entre ellos haber sufrido una muerte cerebral. Esto permitiría que el viajero en el tiempo no levantase sospecha alguna.
La especie humana en mi futuro está siendo extinguida por un desconocido ser que utiliza la combustión espontánea para aniquilar la especie. El primer crono-parásito viajó al año 1613  para el estudio del primer caso de combustión espontánea y fue calcinado.
-Todo va sobre viajeros en el tiempo. Pero ¿y las paradojas temporales? - Todo aquello parecía tan irreal pero a su vez tan consistente, que no podía refrenar mis ansias por saber más de todo lo que me iba contando. 

- Gracias al Gran colisionador de Hadrones y sus sucesores tecnológicos más avanzados, el ser humano descubrirá que la estructura más ínfima e intima de nuestro universo nos habla no solo de múltiples dimensiones donde ubicar la materia, sino que la propia organización de la misma, se distribuye a su vez, en un número casi infinito de líneas temporales alternativas. Es decir, descubrimos que nuestro universo es solo una ramificación de un multiverso mucho más antiguo que nuestro propio universo. Este tuvo su origen en los primeros viajeros del tiempo no terrestres. También supimos de la existencia de otros muchos multiversos.
Llegan a coexistir múltiples dimensiones y lineas temporales. Así que las paradojas temporales quedan excluidas, ya que, al viajar al pasado se genera una rama alternativa de materia-tiempo y sucesos nuevos.

-Entonces ¿Me estás diciendo que eres la consciencia de un ser humano del futuro albergado en un cuerpo prestado?

-No, no soy precisamente eso. Veras, el proyecto " El bosque de cronos" tiene una serie de protocolos de seguridad. El envió de un sistema de inteligencia artificial del orden fuerte, se determino que era más que necesario. Esta I.A.F debe empatizar,  acompañar al crono-parásito, reconstruir sus habilidades cognitivas, extrasensoriales y si no fuese viable la primera fase, abortar la misión.
Tú no eres Alex. Tu nombre es Hermes. Eres un viajero que debe encontrar respuestas a preguntas como ¿Quienes son los podadores y porque quieren las cenizas de la humanidad...?-

 Y aquí estoy, quemando una existencia prestada, escribiendo el diario de un Crononauta. «A veces nuestro destino parece un árbol frutal en invierno. ¿Quién pensaría que esas  ramas reverdecerán y florecerán? Pero esperamos que así sea, y sabemos que así será».